El agua mineral natural que proviene de zonas subterráneas contiene residuo seco, una variedad de minerales que se encuentran de forma 100% natural y dependen del material del manantial del que proviene, o también del arrastre que generan los fenómenos meteorológicos, como la lluvia o la nieve.
¿Es el residuo seco malo?
Como hemos mencionado, estos minerales no son impurezas, ya que muchos de ellos son necesarios para nuestro cuerpo. De hecho, son los responsables de que cada agua tenga una identidad única. Por tanto es verdad que unos aguas saben diferentes a otros.
Dependiendo de la cantidad de minerales que tenga, cada uno obtendrá una composición única y diferente. Es por eso, que cuando compramos agua embotellada, las empresas de comercialización informan a los consumidores en la etiqueta sobre su tipo de mineralización.
Cómo se mide el residuo seco
Para saber qué cantidad de minerales existe en cada agua, se coloca el líquido en una fuente de calor. Tras un tiempo, se habrá evaporado y únicamente quedará el residuo seco en el recipiente. El porcentaje que encontremos, depende de diferentes factores. Entre ellos, el tipo de roca por el cual pasa el líquido, el tiempo, la profundidad o la temperatura habitual del manantial.
Según la cantidades de minerales presente
Dependiendo de la cantidad de residuo seco que se encuentren, diferenciamos 4 tipos distintos:
- De mineralización muy débil: hasta 50 mg/l. Favorable para personas mayores y niños. Cuanto menos mineralizada está, el sabor es más limpio y fresco.
- De mineralización débil: desde 50 mg/l hasta 500 mg/l.
- De mineralización media: desde de 500 mg/l hasta 1500 mg/l.
- De mineralización fuerte: más de 1500 mg/l.
Según el tipo de mineral predominante
Si encontramos un mineral en mucha más cantidad que los demás, diferenciamos distintos tipos de agua. Los más significativos son:
- Cálcicas: concentración de calcio superior a 150 mg/l. Recomendadas para niños, mujeres embarazadas y personas mayores.
- Bicarbonatadas: más de 600 mg/l de bicarbonatos. Se aconseja para personas con cálculos renales.
- Magnésicas: contienen más de 50 mg/l de magnesio. Se aconsejan para la recuperación tras un esfuerzo físico, pero son ligeramente laxantes.
- Sódicas: concentración en sodio mayor de 200 mg/l. No se aconsejan a personas con problemas renales, retención de líquidos o hipertensión.
- Sulfatada: contiene más de 200 mg/l de sulfatos. Tiene efectos favorables para la piel y para el aparato digestivo.
- Clorurada: más de 200 mg/l de cloruro. Recomendado para tratamientos de hidroterapia, tiene propiedades tranquilizantes y balsámicas.
Como podéis ver, el residuo seco está presente en todo momento y no es perjudicial para la salud, sino necesario.
Si necesitamos consumir agua mineral, lo mejore es usar fuentes de agua con botellón, por comodidad y respeto para el medio ambiente.