El agua es un elemento de vital importancia para el ser humano ya que supone el 70% de nuestro cuerpo. Por esta razón, la hidratación se convierte en un elemento fundamental para el funcionamiento de los seres vivos, y en un pilar fundamental de las funciones fisiológicas básicas. Es una cuestión de salud, reponer los líquidos naturales del organismo que van gastándose. ¿También es importante beber agua en el trabajo?
¿Cómo hidratarse bien?
Es popularmente conocido que, una adecuada hidratación es la que garantiza la ingesta de 2 a 3 litros de agua al día. Aunque lo preciso, es afirmar que una correcta hidratación es aquella que repone los líquidos consumidos por el cuerpo. Y cada individuo tendrá un desgaste diferente de estos. La sed es un indicativo de nuestro organismo diciéndole al cerebro que el cuerpo experimenta una deshidratación, por ello, es recomendable beber en dichos momentos, pero también antes para prevenirlos.
Al margen del trabajo que desarrollen, los empleados han de contar con la opción de poder beber en el trabajo, garantía de una adecuada hidratación, puesto que toda actividad conlleva un desgaste de líquidos (aunque es cierto que en distinta medida dependiendo de la labor). En el trabajo, la recomendación de ingesta de líquidos durante una jornada de 8 horas sería la siguiente:
- Aproximadamente 3,7 litros de para los hombres
- Aproximadamente 2,7 litros por día para las mujeres
Dentro de esa estimación, se incluyen no sólo los líquidos provenientes del agua, también los de otras bebidas y alimentos.
La importancia de la hidratación
Lo recomendable es ingerir un litro de agua por cada 1000 kcal quemadas, y en verano aumentar este consumo. La recomendación para todos los trabajadores es la de beber aproximadamente medio litro de líquido antes de empezar la actividad laboral. Pero una vez en el trabajo, y como apoyo a la productividad laboral, los empleados deberían continuar hidratándose.
Por su parte, la ley de prevención de riesgos laborales contempla la provisión de agua. Pero ¿de qué forma? La instalación de un área de hidratación en los lugares de trabajo como a través de dispensadores que proporcionen agua filtrada, fresca, libre de sustancias químicas, y de fácil acceso es una forma perfecta de apoyar a la salud y seguridad de los trabajadores.
Hidratación en el trabajo
Entre los beneficios de beber agua en el centro de trabajo encontramos una mayor concentración y un mejor funcionamiento del cerebro, además de eliminar toxinas del cuerpo y una adecuada regulación de la temperatura corporal. La contribución al nivel de la sangre es otro factor fundamental de la importancia del agua en nuestro organismo, de esta forma ayudamos al cuerpo a no hacer sobreesfuerzos cardíacos y a prevenir futuros problemas de este tipo.
Cansancio, debilidad, dolor de cabeza, fatiga, migrañas, mareos, pérdida de concentración, sequedad en la piel, boca o mucosas, sed… son sensaciones que pueden repercutir de forma negativa al rendimiento laboral y la productividad. Y estas por consecuencia, afectar al aumento de los riesgos laborales a causa de la deshidratación. La temperatura, los equipamientos y uniformes de trabajo, así como el esfuerzo físico, son factores que influyen en los niveles de hidratación de los empleados dependiendo de su puesto de trabajo y funciones.